Dios no hace vacaciones, aunque las parroquias se
suelen ver más vacías, la catequesis y los grupos se suspenden y si nos
acercamos a celebrar la Eucaristía dominical vemos caras desconocidas u
otras que hacía muchos años que no veíamos.
No puedo dejar de insistir en que este tiempo de descanso es un tiempo propicio para experiencias personales y familiares, un tiempo para entrar dentro de nosotros mismos… sin prisas. Dejar crecer y acoger el deseo de estar a solas “con quien sabemos nos ama”, el Espíritu nos dota cada PENTECOSTÉS de sus dones, y ahora es tiempo de…
No puedo dejar de insistir en que este tiempo de descanso es un tiempo propicio para experiencias personales y familiares, un tiempo para entrar dentro de nosotros mismos… sin prisas. Dejar crecer y acoger el deseo de estar a solas “con quien sabemos nos ama”, el Espíritu nos dota cada PENTECOSTÉS de sus dones, y ahora es tiempo de…
- detener mis pasos, serenar el ritmo acelerado de mi vida, y contemplar todo lo que Dios me ha dado, SERENAMENTE
- callar un momento, silenciar el torbellino de ideas y sentimientos para estar ante Él con todos mis sentidos,ATENTAMENTE
- romper todas las murallas que se alzan en torno a mí, y dejarle entrar a cualquier hora, TRANQUILAMENTE.
- vaciar mi casa y despojarme de todo lo que se me ha apegado para ofrecerle alojamiento DIGNAMEMTE
- estar sólo con Él, llenarme de su Espíritu y querer, para marchar luego al encuentro de todo ALEGREMENTE
- sentir su aliento dándome paz, vida y sentido, para vivir este momento con Él, POSITIVAMENTE.
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